miércoles, abril 26, 2006

Zapatero: dimisión

Noticia:







Me niego a malgastar una sola palabra más ante otra de las medidas estrella de la legislatura. Obscena.

miércoles, abril 19, 2006

Hola, soy Coco

El secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, dijo hoy que el Gobierno considera que lo verdaderamente importante tras el alto el fuego de ETA es que la banda terrorista abandone 'la voluntad de ejercer la violencia', y no un abandono simbólico de las armas.


¿Hay alguien en casa, MacFly? Moraleda, que no. Pepiño, déjate de estas cosas de mayores y a ver si acabas Derecho. Lo importante para el cura que bautizó a los etarras será que abandonen la "voluntad de ejercer la violencia", pero no para mí: lo importante es que no me puedan matar aunque tengan la voluntad de hacerlo. A Ratzinger lo de la voluntad, y al Estado la defensa de mis derechos. ¿Qué es lo que no se entiende de eso?

Atención a la demagogia castrista del Gobierno. Sólo existen dos opciones:
a) Que la banda terrorista abandone la voluntad de ejercer la violencia.
b) Que hagan una abandono simbólico de las armas: es decir, que depongan los tirachinas, las pistolas de ventosa y el martillo-bocina.

Los eufemismos son conmovedores: "Que abandonen la voluntad de ejercer la violencia". Imaginemos a un presentador de emo-telediarios entrevistando a Josu Ternera en un futuro cercano, en una galaxia adyacente, en una televisión analógica:

[Presentador]-¿Qué te pasó, Josu? ¿Qué lleva a un hombre a adoptar la voluntad de ejercer la violencia? (apoya la barbilla sobre sus muñecas, sus codos se apoyan en la mesa. Mira a un lado y a otro buscando su cámara)

[Ternera]-La verdad es que no lo sé, Iñaki. Un día paseas por la calle y te das de bruces con la voluntad. Ycuando te quieres dar cuenta ya la has adoptado. Entonces entras en una espiral, ves imposible salir: quieres abandonarla, pero es superior a tus fuerzas.

[Presentador]-¿Cómo te sientes, Josu?

[Ternera]-Pff- llora, mira al presentador, resopla- jodido, Iñaqui, muy jodido.

El presentador le alcanza un kleenex. El regidor exige aplausos. Más aplausos. Un plano general. Josu sigue abatido, sobre la mesa. El presentador le mira con compasión.