martes, noviembre 21, 2006

Morphy Richards

Mi nueva compañera:


Es probablemente el mejor regalo que nunca me hayan hecho. No por el precio o la necesidad que tuviere de una cafetera express, sino por la oportunidad. Y digo oportunidad porque, adicto potencial a lo que sea como soy, esta cafetera llega en el mismo momento en el que la media de cervezas diarias comenzaba a acercarme peligrosamente al alcoholismo.

Para los insomnes: ¿acaso la génesis del pensamiento de ZP os deja dormir? Les aseguro que con 6 cafés diarios de mi Morphy Richards se duerme como un tronco. ¡¡Y qué cafés!! Tras dos años de nescafé en casa, mis cigarros vuelven a saber a gloria. Y a la mierda el torrefacto de los baruchos. Lo conseguí, maaaaaaaa!!!! La cima del mundo!!!!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Mmmm. Me ha puesto los dientes largos...

Augie, me ha parecido oler a café. Prepáreme un poco.

Augie March dijo...

Eso está hecho. ¿Solo o "adornado"?

Anónimo dijo...

¡NO LO SÉ!