martes, agosto 02, 2005

El coeficiente Fritz Lang

Repaso las películas de Fritz Lang que he visto:

En Alemania:

* 1921 - Las tres luces
* 1927 - Metrópolis
* 1931 - M

En Estados Unidos:

* 1936 - Furia
* 1944 - La mujer del cuadro
* 1945 - Perversidad
* 1952 - Encubridora
* 1953 - Gardenia azul
* 1953 - Los sobornados
* 1954 - Deseos humanos
* 1956 - Mientras Nueva York duerme


Y no doy crédito. Comparado con Ford o Hitchcock, por ejemplo, pocas. Aunque tenga una filmografía bastante extensa no he llegado a ver más de las que he mostrado. ¿Cómo es posible que sea uno de mis directores favoritos?

Anoche vi, emocionado, "Gardenia Azul". Una "obra menor", según he leído. Un peliculón, según he visto. El mismo año que "Los Sobornados", aprovechando una campaña de marketing para Nat King Cole (actúa un número completo en el Blue Gradenia interpretando la canción del mismo nombre), Lang se saca de la manga una película en apariencia sencilla.

Norah Larkin (Anne Baxter) es una telefonista enamorada de un soldado que se encuentra en la Guerra de Corea. Las amigas con que comparte el piso le proponen que salga a divertirse en el día de su cumpleaños, pero ella prefiere cenar ante la foto de su novio decidida a abrir una carta que le envió tiempo atrás. Su pareja le informa de que está enamorado de una enfermera y que en breve contraerá matrimonio. Desesperada, acepta la invitación de una especie de playboy llamado Harry Prebble (Raymond Burr) para tomar una copa en un local llamado "Gardenia azul".

Richard Conte hará las veces de periodista a su manera (es decir, perfectamente correcto y en consonancia con su "perfil-de-escultura-tallada-en-madera"). Anne Baxter no está especialmente bella, aunque demuestra que es una actriz como la copa de un pino. El breve papel de Burr se queda con la cámara y no la suelta, al estilo Mitchum, durante las escenas en que aparece.

Al acabar la película, de apenas 90 minutos, a uno se le ha agitado el alma como con cualquier película de Fritz Lang. Está presente el característico desasosiego que es capaz de transmitir al espectador, seguramente reflejo de su agitada vida y que tan bien supo plasmar en esa misoginia en celuloide. ¿Qué es lo que tiene Fritz Lang?

Descubrí el expresionismo alemán mucho después que el cine negro americano y, aún así, no puedo dejar de considerar las películas de Lang como películas de factura americana por excelencia. No sé por qué un director de la escuela UFA se me antoja uno de los directores maś americanos. Ni siquiera sé si las ciudades americanas en los años 40 y 50 eran tal y como las muestra en sus películas, pero ya se han quedado grabadas en mi cabeza como las instantáneas más exactas.

Repaso los 88 minutos. La historia empieza con suavidad, en unos minutos están dibujados todos los personajes. Interiores, la iluminación es un personaje más o, mejor, otra manera de contar la historia al mismo tiempo. Guión característico de cine negro, grúas, planos medios predominates, primeros planos. Planos enfáticos de máquinas de escribir, de copas, de manos, las transparencias tan típicas que muestran la salida de la edición de un rotativo con escenas simultáneas, locales oscuros, gasolineras, bares, luces de neón, cabinas telefónicas, espejos rotos...

Nada nuevo, aparentemente, pero esta sensación la conozco: es el coeficiente Fritz Lang. Ese es el número mágico que explica que todos los ingredientes estén en su justa cantidad. Todos al servicio de la historia. Una obra minuciosa como la talla artesanal de un diamante. Pero precisamente para evadir al espectador de los aspectos técnicos, para sumergirlo en una historia peligrosa que hará que se agite y se clave a la butaca. El crimen, los remordimientos, el miedo y el suspense se nos muestran administrados como las dosis exactas de cianuro: es el coeficiente Fritz Lang.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

No me puedo leer este chorizo entero en el trabajo ni de coña, pero lo aplaudo enérgicamente.

Alberto Abuín dijo...

Yo también opino que es una gran película, yte recomiendo que veas SOLO SE VIVE UNA VEZ, no podrás olvidarla.

Augie March dijo...

Gracias, Red, ¡me fío de tu criterio!. A ver si la consigo y te cuento.