miércoles, septiembre 28, 2005

Miguel Mihura


Miguel Mihura tuvo la desdicha (seguro que él jamás lo imaginó en vida) de nacer en el año que supondía el tercer centenario del Quijote. Nadie dijo que el dinero público supiera de justicia, así que el centenario de su nacimiento hubiera transcurrido en la más silente de las efemérides si no se hubiese estrenado una película, Ninette (Garci, 2005), como homenaje. Estaba todo asignado al IV centenario del Quijote.

Mihura murió el mismo año que nací, 1977, y 12 años depués, para mi cumpleaños, recibí como regalo un balón de fútbol, una toalla con un bolsillo de velcro y un libro: "Tres sompreros de copa". Mi primer contacto con el género (obviando el escolar, de florecillas y gnomos) y directamente catapultado al teatro del absurdo. Me fascinó, señor Mihura, y todavía resuenan los ecos de las primeras sensaciones con Don Rosario persiguiendo a Dionisio por mis meninges.

Nobleza obliga y prometo revisar su obra en un futuro. En el post siguiente, aunque de solayo, como aperitivo...

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