lunes, octubre 03, 2005

Obaba

La tercera obra en discordia y que a la postre ha sido elegida para optar a mejor película extranjera por la Academia española, Obaba, es un tijeretazo del propio Montxo Armendáriz al libro de relatos Obabakoak, de Bernardo Atxaga.

El director y guionista navarro escoge unos cuantos relatos de los 26 de Atxaga para enlazarlos con la línea directriz: la historia de una estudiante de Audiovisuales que viaja a la población de Obaba. Como siempre, aquí va la sinópsis oficial:

SINOPSIS

Lourdes (Bárbara Lennie), con apenas 25 años, emprende un viaje hacia los territorios de Obaba. En su equipaje lleva una pequeña cámara de vídeo. Con ella quiere atrapar la realidad de Obaba, de su mundo, de sus gentes. Quiere captar el presente, mostrarlo tal como es. Pero Obaba no es el lugar que Lourdes ha imaginado, y pronto descubre que quienes viven allí, como Merche (Pepa López), Ismael (Héctor Colomé), o Tomás (Txema Blasco), están anclados en un pasado del que no pueden –o no quieren– escapar.

¿Quién le iba a decir a Armendáriz que acabaría siendo víctima del elemento metafílmico que persigue a la protagonista, Bárbara Lenni? Sin ser del todo exacta la licencia que me permito sí que es evidente que Armendáriz no ha sido capaz de resolver sus ideas con el resultado deseado. Un trabajo de titanes, si se me permite, que aún así ha dado buenos momentos de cine.

La película narra diversas historias relativas a dos generaciones en el mismo escenario, el pueblo de Obaba. Son verdaderos cuentos. Por un lado, como tantas veces hemos visto en estos casos:
- Algunos no están a la altura
- El resultado de los relatos es demasiado heterogéneo y dependiente de los protagonistas.

Por otro lado, basta echar un vistazo a las sinopsis para constatar que el resultado producido es irregular: hay quien habla de odio y envidia (así se dice en la película), habrá quien pueda encontrar homenajes a arquetipos desterrados o depuestos e incluso un canto a la tierra vasca (desde la navarra).

Aciertos

Voy a empezar por la fotografía y las localizaciones. Javier Aguirresarobe y Navarra. No hará falta que diga mucho más. Quien recuerde "Los Otros" (que extraño que me venga a la cabeza) sabrá lo que puede hacer este hombre con una película: levantarla él solito. Imaginen cuando además dispone del valle del Roncal en el pirineo navarro.

La atmósfera de la película viene envasada por dos marcas conocidas, Aguirresarobe y Armendáriz, a la que podemos unir una banda sonora ad hoc que le sienta como un guante.

Defectos

Como no existe un punto de fuga común a las historias, ciertos intermedios se hacen soporíferos. No son los más, aunque sí hay mas de uno, y es algo extraño en una película del reducido metraje como es Obaba. No confundo ritmo pausado con lento cuando subrayo ciertos momentos "peñazo". Por cierto, Juan Diego Botto de lo peor, junto a Lenni, como protagonistas además de los peores cortes.

Alguien dijo que empezar un libro a lo grande es peligroso: hay que acabarlo mejor. Eso es lo que pasa con la película. Fotografía, banda sonora y exteriores se compenetran para conseguir una atmósfera que envuelve al espectador y lo prepara para lo mejor, que acaba convirtiéndose en pólvora mojada. La música y efectos sonoros nos introducen en una atmósfera de misterio y de curiosidad. Nos encontramos con elementos conocidos bien dosificados: cámara subjetiva, cine/metacine y muy buenos secundarios. Sólo alguna de esas historias nos conmoverá y tendremos que esperar a que acaben las que no nos interesen. Insisto otra vez, no se refuerzan las historias unas a otras y Obaba acaba por no ser suficiente como nexo.

NOTA

Me he quedado al final de los créditos para cerciorarme y estaba en lo cierto: sale varias veces Ansó, villa del pirineo oscense. ¡Un saludo a la tierra de mis ancestros!

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