sábado, mayo 24, 2008

Mejor inicio de una novela

Estaba comentando los mejores inicios de una novela en el curro y me han venido a la cabeza dos, por distintos motivos:

El único consejo que puedo ofrecer si se despertara usted sobresaltado en un apartamento desconocido, con una profunda resaca, sin nada de ropa y sin que recuerde cómo ha llegado hasta allí, mientras la policía tira la puerta abajo a golpes acompañado de perros excitados, y se encuentra usted rodeado por fardos de revistas de lujo que muestran niños en actos adultos, el único consejo que puedo darle es que trate de ser amable y jovial.

Filosofía a mano armada, de Tibor Fischer.

Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo. Mi madre me lo dijo. Y yo le prometí que vendría a verlo en cuanto ella muriera. Le apreté sus manos en señal de que lo haría, pues ella estaba por morirse y yo en un plan de prometerlo todo. "No dejes de ir a visitarlo —me recomendó. Se llama de este modo y de este otro. Estoy segura de que le dar gusto conocerte.

Pedro Páramo, de Juan Rulfo.

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